Project Description

INGREDIENTES PARA 1 K. DE MEJILLONES
1 Malla de 1 Kgr. de mejillones.
½ Vaso de vino blanco.
½ Vaso de aceite de oliva Virgen Extra Olivalia.
½ Vaso de vinagre de manzana u otro suave.
3 Dientes de ajo.
2 Hojas de laurel.
1 Cucharada de pimentón dulce.
½ cucharada de pimentón picante (opcional).
Unos granos de pimienta.
ELABORACIÓN
Primero prepararemos los mejillones al vapor, o sea, después de pasarlos por un poco por agua para quitar la arenilla que sacan las cáscaras, los pondremos en una cazuela con un chorrito de vino blanco, los tapamos y los tenemos al fuego hasta que se abran.
Una vez estén abiertos, los sacamos de las cáscaras, les quitamos con unas tijeras las «barbas» y los reservamos.
A continuación ponemos en una sartén el medio vaso de  aceite Olivalia a calentar y cuando esté a temperatura, sofreímos los dientes de ajo en láminas o con un golpe será suficiente, a vuestro gusto.
Cuando estén los ajos casi sofritos, incorporáis los mejillones y les dais unas vueltas, con cuidado que salpicarán (tened a mano una tapa), con tenerlos medio minuto es suficiente, si no, se quedan demasiado duros. Para evitar que salpiquen podéis pasarlos antes por papel absorbente y secarlos bien.
Los retiráis de la sartén y añadís al aceite las hojas de laurel y la pimienta en grano un poco machacada en el mortero. Separáis del fuego e incorporáis inmediatamente los pimentones, tostándolos, pero con cuidado que no se quemen. Ojo con el picante, si reserváis unos días los mejillones subirá el sabor picante. Si no le ponéis picante no pasa nada en absoluto, así que a vuestro gusto, como siempre.
Por último añadís el vinagre de manzana u otro suave, mezcláis bien el escabeche y lo volcáis sobre el recipiente con los mejillones. Si queréis bajar un poco la fuerza del vinagre, es el momento de reducir un poco la salsa cociéndola durante unos minutos antes de volcarla sobre los mejillones. Un consejo: Utilizar un vinagre suave, no demasiado fuerte, si no predominará tanto el sabor del vinagre que no disfrutaremos del sabor de los mejillones. Esto, como con el pimentón, a vuestro gusto.
Dejamos que atemperen y estarán listos para comer en cuanto estén fríos del todo, aunque tendrán el mejor sabor a los dos días de haberlos cocinado, así que paciencia (si podéis).